¿Están los directivos preparados para sacarle provecho a la inteligencia artificial?
España, Julio de 2025
Pese al auge imparable de la inteligencia artificial generativa y los avances de los agentes autónomos, la mayoría de los directivos empresariales siguen sin estar preparados para integrar esta tecnología en sus decisiones estratégicas. Así lo revela el informe “Uso de IA Generativa en las empresas”, elaborado por la consultora LiceoTIC Training, que concluye que la adopción real de IA en las altas esferas corporativas sigue siendo incipiente y superficial.
El estudio pone de manifiesto una realidad preocupante: aunque muchos líderes ya utilizan herramientas como asistentes de texto o copilotos para redactar correos o generar agendas, el uso de la IA sigue siendo mayoritariamente personal y no está integrado en los procesos clave del negocio. Esto limita gravemente su impacto en la productividad, la eficiencia y, sobre todo, en la toma de decisiones basada en datos.
“Estamos viendo que muchos managers y directivos utilizan la IA como un complemento personal, pero no como una palanca real de transformación organizativa. La oportunidad no es solo tecnológica, es cultural y de visión directiva”, advierte Jordi Damià, CEO de LiceoTIC Training.
Según el informe, existen tres niveles de madurez en el uso de IA por parte de los líderes empresariales. En el nivel incipiente, el más común, la IA se emplea para tareas personales o administrativas. En el nivel intermedio, los agentes asumen tareas operativas simples. Solo en el nivel avanzado, la IA se convierte en un verdadero soporte estratégico, capaz incluso de tomar decisiones delegadas. Actualmente, la gran mayoría de los directivos permanece anclada en el primer estadio.
El impacto de esta baja madurez digital va más allá de la tecnología: se traduce en un uso ineficiente del tiempo. En empresas con una digitalización deficiente, el 60 % al 80 % del tiempo de los analistas se dedica únicamente a preparar datos, muchas veces manualmente y en hojas de Excel, en lugar de analizar la información para tomar decisiones. Esto representa hasta 25 horas semanales por analista o, en el caso de las pymes, hasta dos semanas al mes invertidas exclusivamente en tareas mecánicas.
Las barreras para avanzar en la adopción real de la IA son múltiples. El estudio destaca cuatro factores principales: la dispersión de datos entre diferentes sistemas (como ERPs o CRMs), la escasa calidad de los datos disponibles (con errores, duplicidades o valores ausentes), la falta de automatización en la gestión de la información, y una resistencia cultural al cambio por parte de los propios equipos directivos.
Para LiceoTIC Training, la transformación que propone la inteligencia artificial exige un cambio profundo en el rol de los líderes empresariales, que deben pasar de ser gestores operativos a arquitectos de decisiones. En lugar de apoyarse en procesos fragmentados o decisiones intuitivas, deben liderar la incorporación estructurada de IA en la organización y fomentar una cultura de adopción que comience desde arriba.
“La pregunta ya no es si la IA está lista para las empresas, sino si los directivos están listos para la IA”, concluye Damià. Su análisis deja claro que, sin un liderazgo que comprenda a fondo las capacidades de esta tecnología y apueste por su integración estratégica, la inteligencia artificial seguirá siendo una herramienta desaprovechada en el corazón de muchas organizaciones.