Dublin Irlanda

«Vente a Irlanda, Pepe»

La industria online española busca refugio en el extranjero.

La voracidad administrativa, unida a la inseguridad jurídica que provoca la constante irracional legislativa y un poder judicial subyugado a los caprichos del ejecutivo, ha obligado a muchas de las grandes empresas a refugiarse en países como Irlanda, a emprender en el extranjero y a no contemplar España para todo aquello que no sea una inversión especulativa entorno a las ayudas y/o corrupción administrativa.

Pese a que la facturación ha aumentado en el cuarto trimestre de 2021 un 15,8% interanual, hasta alcanzar los 16.916 millones de euros, los datos facilitados por la CNMC ponen de manifiesto que España se sitúa como uno de los países menos interesantes para la industria del comercio electrónico y el emprendimiento online.

Aunque la CMNC se afane en hacernos creer lo contrario, utilizando para ello trabalenguas y vericuetos aritméticos con afirmaciones como que «el 40% de los ingresos en el cuarto trimestre de 2021 han tenido como destino España. El 60% restante se corresponde con compras con origen en España hechas en el exterior», la realidad es otra muy distinta y deja patente el pobre papel que juega España en el panorama internacional de la industria online.

VOLUMEN DE NEGOCIO DEL COMERCIO ELECTRÓNICO SEGMENTADO GEOGRÁFICAMENTE (IV-21, porcentaje)

Fuente: CNMC

Maquillajes a parte, el 60% del volumen de negocio corresponde a importaciones frente a un exiguo 9,2% de exportaciones y un 30,8% de consumo interno. Es decir, para poder satisfacer sus necesidades, los españoles se ven obligados a realizar más del 66% de sus compras a empresas extranjeras.

Según este organismo público, «por número de transacciones, el 33,5% de las compraventas tienen como destino España y el 66,5% el extranjero.» Afirmación que a tenor de los datos no tiene lógica, ni fundamento:

NÚMERO DE TRANSACCIONES DEL COMERCIO ELECTRÓNICO SEGMENTADO GEOGRÁFICAMENTE (IV-21, porcentaje)

Fuente: CNMC

Lo que claramente ponen de manifiesto estos datos es que el 66,5% de las transacciones corresponden a compras realizadas por españoles a empresas extranjeras y que tan solo un 4,1% corresponden a exportaciones realizadas por empresas españolas. El 29,4% restante corresponden al mercado interior, es decir, compras realizadas por españoles a las cada vez más exiguas empresas españolas.

De esta forma, los españoles gastan 10.156 millones de euros en empresas extranjeras y tan solo 5.204 millones en empresas españolas. Lo que aportan estas últimas, a la balanza de pagos con sus exportaciones, es menos de 1.556 millones de euros. Lo que arroja un déficit de 8.601 millones de euros en el saldo neto exterior (la diferencia entre lo que se compra desde el extranjero a España y lo que se compra desde España al extranjero).

Otro dato que aporta la CNMC, y que llama poderosamente la atención, es que el 10% de todo el volumen de negocio interior (más de 520 millones de euros), se dedique a pagar impuestos y costes de la seguridad social. Un dato sintomático que nos puede hacer entender por qué empresas como Google decidieron en su día deslocalizarse y buscar refugio en Irlanda o por qué los youtubers de éxito se ven forzados a autoexiliarse en paraísos fiscales, como Andorra.

LAS DIEZ RAMAS DE ACTIVIDAD CON MAYOR PORCENTAJE DE VOLUMEN DE NEGOCIO DEL COMERCIO ELECTRÓNICO DENTRO DE ESPAÑA (IV-21, porcentaje)

Fuente: CNMC

Y todo este dispendio que asfixia la iniciativa privada ¿para qué sirve? ¿Para tener «la mejor educación del mundo»?, no creo, tras el Informe de PISA quedó patente que es una de las peores; ¿para tener «la mejor sanidad del mundo»?, si lo primero era para reírse, esta segunda afirmación es para llorar. Todo ese dinero sirve para enriquecer definitivamente a unos pocos, sostener un gobierno con dos cámaras, 19 «reinos de taifas», 41 diputaciones … miles de asesores y millones de funcionarios o pseudofuncionarios que no hacen su función, bien porque no saben, bien porque no quieren o bien porque se les ordena.

P.D.: En el comunicado de prensa, que publica la CNMC en su página Web y da origen a este artículo de opinión, se exige, para poder utilizar estos datos públicos, que se haga referencia a este organismo. Supongo que creen que la información les pertenece a ellos y no al conjunto de españoles de los que procede y que, sin solicitarla, la han pagado muy por encima de su coste de mercado. Pues bien, para cumplir con esta exigencia, quiero dejar constancia que el comunicado de prensa con sus «errores de concepto», los datos y los gráficos incrustados, de tan baja calidad que resulta casi imposible utilizarlos, proceden del gabinete de prensa de la CNMC y se puede descargar en este enlace.

Simón de María Nolan
Director de Econtenidos

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