Agentes autónomos, copilotos personalizados e IA multimodal marcarán el futuro empresarial
España, junio de 2025
La inteligencia artificial deja de ser una simple promesa para convertirse en el motor de transformación de las empresas en España. Según Setesca, el próximo paso hacia una mayor eficiencia y escalabilidad estará liderado por tres innovaciones: los agentes autónomos, los copilotos personalizados y la IA multimodal.
“Estamos entrando en una fase en la que la IA no solo apoya, sino que decide, aprende y actúa por sí misma. Esto redefine radicalmente la forma en que trabajamos y el valor añadido que podemos ofrecer”, afirma Jordi Damià, CEO de Setesca.
En el nuevo entorno, los agentes autónomos serán capaz de ejecutar flujos de trabajo complejos sin intervención humana, ya sean tareas de logística, banca, retail o manufactura. Según Setesca, estos agentes están demostrando una enorme eficacia y se espera que se desplieguen de forma más generalizada en los próximos meses.
A ellos se sumarán los copilotos personalizados, asistentes creados a partir de modelos de IA generativa, específicamente adaptados a cada empresa o área de negocio, ya sean finanzas, recursos humanos o ventas. “Esta personalización permitirá que cada organización cuente con soluciones más eficientes y más rentables”, añade Damià.
Además, el auge de la IA multimodal, que combina texto, imagen, voz y vídeo en un único modelo de interpretación, permitirá dar un paso más en el análisis de riesgos, el marketing o la experiencia del cliente, aumentando así el valor añadido de las empresas frente a sus competidores.
Esta adopción se enmarca en un contexto de auge de la IA. El 81% de las empresas españolas ya la incluyen como una de sus tres prioridades estratégicas, por encima de la media mundial, que se sitúa en el 75%. Según Strand Partners para Amazon Web Services, el despliegue de esta tecnología podría llevar aparejado un incremento de 55.000 millones de euros en el PIB de España para 2030.
Sin embargo, el camino hacia esta transformación se encuentra algunos retos. Según SAS, el 95% de las empresas ya están implementando o planean implementar IA generativa, pero solo el 3% han puesto en marcha mecanismos específicos para mitigar sesgos o riesgos éticos. “El principal escollo deja de ser el paso técnico para convertirse en organizativo. Necesitamos una estrategia, una gobernanza adecuada y formar tanto a los empleados como a los directivos”, advierte Damià.
Setesca subraya que las empresas que sean capaces de adaptar sus procesos y estructura organizativa a esta nuevos entornos serán las que lideren el futuro, aumentando tanto sus resultados financieros como la resiliencia de sus negocios. “Ya no se tratará de si implementar o no la IA, sino de cómo hacerlo antes que la competencia”, concluye Damià.